¡Me he mudado!
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23.9.12

Add a little smoke.


Unas manos entrometidas descorren las sábanas que ocultan antiguos muebles. Se deslizan por estanterías polvorientas que guardan historias, destapan los secretos de cajones que hacía años no se abrían. En el sótano del taller de madame Boudaire, el niño de cabello rojizo y pecas que forman constelaciones mueve sus ojos ávidos de curiosidad de un lado a otro, inspeccionándolo todo. No se podría decir si quiere encontrar algo en concreto o simplemente se pregunta dónde puede hallarse escondida una pequeña aventura. Queda aún un último fantasma blanco por descubrir. Descorre la sábana y desvela el baúl que oculta. Puede que sea eso lo que busca porque se arrodilla y abre el arca con dramática paciencia, como quien destapa el cofre de un tesoro. Sólo hay un objeto en su interior, un libro de tapas gruesas que recoge y sacude, mientras el polvo cae como diminutos copos de nieve. Despliega la primera página con sumo cuidado, casi con temor que se deshaga en su mano. Sólo hay una línea grabada, con letra suave y elegante, sobre la página del color del paso del tiempo:



Absténganse lectores que estén buscando un cuento de hadas.